
Vista panorámica Avenida El Bosque – Plaza Río de Janeiro, comuna de Providencia
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Proyecto
Presentación
Pensar Providencia es un proyecto desarrollado por vecinos de la Comuna de Providencia, inspirados en los principios de la ley 20.500 sobre asociaciones y participación ciudadana en la gestión pública, con el objeto de analizar y proponer respuestas a los principales y cada vez más complejos problemas que afectan la calidad de vida de sus habitantes y muy particularmente sus residentes.
Providencia es, sin duda, una comuna de barrios con distintas características fácilmente diferenciables, muchos de los cuales han sido afectados seriamente por políticas comunales desacertadas que han influido en la calidad de vida de sus habitantes. Planos reguladores que han incentivado la penetración del comercio, como lo demuestran más de 60.000 patentes, incompatible con la vida residencial, que han convertido una parte importante de nuestra comuna en territorio de “afuerinos”; ausencia de desarrollo de políticas públicas que permitan dar consistencia al territorio y sus habitantes, aumento explosivo de permisos de construcción que han terminado con su patrimonio arquitectónico, ausencia de planes sociales que beneficien a sus habitantes y particularmente a los más necesitados de apoyo, como los grupos vulnerables y los adultos mayores.
Providencia ha sido escogida por la autoridad como el verdadero paraíso de las patentes de alcoholes, más de 1.600, en cuyo otorgamiento la rigurosidad es absolutamente ignorada y el apego a las normas legales un tema desconocido.
Las patentes en comento, con certeza el mayor disgusto para los residentes, se ubican mayoritariamente en barrios que se han convertido en “zonas de sacrificio”, castigando fatalmente a quienes en algún momento primigenio pensaron vivir en paz. En la actualidad son la expresión de una desidia de la autoridad que ha permitido el deterioro y la imposibilidad de la compatibilidad con la vida residencial, cuyos habitantes fueron expulsados por la marea de la diversión, tan apreciada por quienes abogan por tener lugares de esparcimiento, lejos de sus residencias.
La autoridad municipal de Providencia ha señalado que es necesario un equilibrio entre la residencia, el comercio y la diversión, sin embargo, eso es una cuestión que excluye la visión de sus residentes y compromete seriamente su calidad de vida. La experiencia ha demostrado que esa fórmula es falaz, a pesar de la opinión de ciertos Concejales.
Providencia es la comuna que creó Zonas de Conservación Históricas (ZCH), pero que luego las dejó a su suerte permitiendo todo tipo de actividades comerciales que terminaron por convertir los últimos vestigios de casas y barrios patrimoniales en mamarrachos cubiertos de carteles ofreciendo “colaciones”, happy hour, propiedades de colores violentos y transformaciones vulgares. A la autoridad el patrimonio y sus habitantes no les produce beneficios, entonces que se vayan sus habitantes y quede el beneficio.
Providencia es la comuna de los vendedores ambulantes que no pueden ser fiscalizados porque son violentos, donde la seguridad sigue requiriendo impulsos adicionales, donde la fiscalización es más “labor educativa” que sanciones, donde en la “remodelación” de los parques las principales víctimas son los maravillosos árboles que poblaban nuestras áreas verdes y que desaparecen para aumentar las áreas abiertas, donde se extraen árboles para nunca poner renovales o si llegara a ocurrir nadie los riega, en avisos de sushi clavados en los árboles, de tarot pintados en las veredas, de funcionarios con sueldos de Elon Musk que no los mueve ni una grúa, de los cuidadores de autos, de los taxistas sobre las veredas, de los delivery que el Concejo se comprometió a regular pero pasados los años, nunca lo hizo y de una infinidad de situaciones que se deben mejorar, pero no se mejoran.
Providencia es una comuna que en definitiva no genera políticas públicas, especialmente en temas de fondo que son requeridos desde hace bastante tiempo por sus residentes y esta carencia, entre otras, claramente la posiciona como una estrella que ha perdido su brillo y en este escenario es imprescindible que la comunidad adquiera la responsabilidad de desarrollar el proyecto de pensar, proponer y actuar en vías a diseñar la comuna en que queremos vivir. La autoridad, después de tantos años, ya no tuvo la capacidad de hacerlo, convirtiéndose en administradores de un fondo municipal extraordinario pero no de un proyecto de desarrollo.
Providencia, en consecuencia, sigue a la retaguardia de comunas vecinas como Las Condes y Vitacura y especialmente la denominada Providencia Poniente que está siguiendo el rumbo de la ex gran comuna de Santiago que continúa extendiendo sus insolubles problemas hacia el oriente.
Objetivos
En el escenario que se encuentra nuestra comunidad, nuestros objetivos están dirigidos a:
- Elaborar programas de desarrollo que se construyan sobre la base de un diagnóstico efectivo de la necesidades de la comuna de Providencia, especialmente en las áreas de administración, ordenamiento territorial que comprenda la conservación de las áreas residenciales y disminución de las comerciales, muy particularmente las patentes de alcoholes, de manera de recuperar el sentido residencial de la comuna y no convertirla en una prolongación del extraordinariamente deteriorado centro de Santiago, impidiendo que las variables que produjeron su destrucción se reproduzcan en nuestra comuna.
- Reinsertar la comuna como unidad, eliminando la concepción de Providencia Poniente y Providencia Oriente, de manera de propender hacia una unidad social integrada.
- A través de políticas públicas, diseñar un municipio Providencia seguro, dinámico, eficiente y solidario que otorgue garantías a todos sus residentes, de acuerdo a sus necesidades y expectativas y no a prácticas que aumenten las diferencias entre sus habitantes.
- Solidarizar con la población vulnerable y apoyar sus necesidades en vías a mejorar su standard de vida e integrarlos racionalmente a una comunidad dinámica donde se promuevan sus valores y sus capacidades.
- Promover la participación de los residentes de Providencia en la solución de problemas y su integración al proceso de diseño de políticas públicas.
- Fiscalizar rigurosamente a la autoridad comunal a través, en sentido lato, de la visión de ombudsman apoyando las decisiones que beneficien y denunciando las que no se compadezcan con el servicio eficiente hacia los residentes.
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